La bendición de gargantas.


En la fiesta de San Blas (3 de febrero), los católicos van a que les bendigan la
garganta después de Misa. El sacerdote sostiene dos velas benditas formando
una cruz alrededor de la garganta de cada individuo, mientras reza: “Por la
intercesión de San Blas, obispo y mártir, que te libres de toda enfermedad
de garganta y de todo mal, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén.”

San Blas, un obispo y mártir del siglo IV, fue médico antes de hacerse
sacerdote y luego obispo. Durante un resurgimiento de las persecuciones
romanas, llevaron ante San Blas, quien esperaba en prisión la muerte como
mártir, a un niño pequeño que se estaba ahogando con una espina de
pescado. Como nadie conocía la maniobra de Heimlich en esos tiempos,
rezar era lo único que se podía hacer. Después de que San Blas bendijo al
niño, la espina saltó milagrosamente fuera de su boca y el niño se salvó.

Oración a San Blas

Oh bondadoso San Blas,celoso obispo y pastor amoroso de los cristianos
a ti confiados,que testimoniaste con el martirio de tu y tu amor a Jesucristo
obténme la gracia de ser fiel a la misión que Dios me confió en el mundo.
Y ya que que Dios te concedió el don de proteger a sus hijos e hijas contra
los males de la garganta, te pido tu especial protección para mi garganta y
mi voz, de modo que pueda , durante toda mi vida, alabar y bendecir a Dios
y enseñar a otros a hacer lo mismo. Amén

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