Oración al Corazón Agonizante de Jesús



Oh misericordioso Jesús, abrazado en ardiente amor de las almas!. Por las agonías de vuestro sacratísimo Corazón y por los dolores del de vuestra inmaculada Madre, os suplico que lavéis con vuestra preciosa sangre las manchas y errores de todos los pecadores que se hallen en la agonía y tienen que morir hoy. Amén

Oración para ganar la loteria

Oh,misterioso espíritu, que diriges todos los hilos de nuestra vida ! Desciende hasta mi humilde morada;iluminame para conseguir por medio de los secretos azares de la lotería ,el premio que ha de darme la fortuna y con ella la felicidad y el bienestar que recibirá mi alma; conserva mis intenciones que son puras y sanas y que van encaminadas en bien y provecho mio y de la humanidad en general. Yo no ambiciono riquezas para mostrarme egoísta o tirano; deseo dinero para comprarme la paz de mi alma, la ventura de lo que amo y la prosperidad de mi esperanza.

San Martín de Porres: Oración por la justicia social y los gobernantes

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El 3 de noviembre es la fecha para agasajar a este santo mulato, Patrón de la Justicia Social, vivió en Perú en el siglo XVII, y bien conocida es la extrema humildad y el don para aconsejar a otros que lo caracterizaban. Realizó en vida innumerables hazañas sobrenaturales, como aquella vez cuando un albañil que caía pidió socorro al santo, pero como este tenia prohibido hacer milagros, le dijo que esperara y fue a pedir permiso al prior. El albañil entonces quedo suspendido hasta cuando Martín regresó e hizo el milagro de que descienda ileso.

Oración para hacer fortuna.

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En nombre de Nuestro Señor Jesucristo, Padre, Hijo y Espíritu Santo; solo un Dios en Esencia y trino en persona; yo te invoco Espíritu ( hacer la señal de la cruz ), Espíritu, Espíritu bienhechor, para que seas mi ayuda, mi apoyo; protejas mi cuerpo y mi alma, acrecientes mis riquezas, seas mi tesoro por la virtud de la Santa Cruz, de la pasión y muerte. Todopoderoso; yo te requiero por todos los Ángeles de la Corte Celestial, por los Padecimientos de la Bienaventurada Siempre Virgen María, y por el Señor de los Ejércitos que a de juzgar a los vivos y a los muertos.