Novena al glorioso San Roque: abogado contra el contagio y peste



PRIMER DÍA.

Por la señal de la santa cruz
ACTO DE CONTRICIÓN.
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Criador y Redentor mío, por ser vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido: propongo firmemente la enmienda, y espero en vuestra infinita misericordia que me habéis de perdonar y salvar. Amén.

ORACIÓN.
Dios y Señor de todo lo criado, que lo dispones todo, y nada sucede que no sea efecto de tu admirable providencia: yo te doy gracias por aquella con que quisiste honrar en su nacimiento al bendito San Roque, disponiendo saliese adornado del vientre de su madre con la señal de tu cruz santísima para admiración de los circunstantes, y explicación de los altos fines á que le ordenabas. Te suplico, y humildemente ruego, que pues en vuestra Cruz estuvo pendiente la salud del mundo, por ella nos libréis, y á toda nuestra España, del temeroso castigo del contagio y peste; para que logrando todos esta piedad, imitemos á San Roque, que jamás se apartó de tu cruz, y con el Santo cantemos himnos de alabanza continua á ti, Señor, que vives y reinas con el eterno Padre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ahora cada uno pide el favor particular que desea alcanzar del Santo por medio de esta Novena.


ORACIÓN
PARA TODOS LOS DÍAS.
¡Oh Dios omnipotente, Señor de los, cielos y de la tierra, en cuyas manos está la muerte y la vida, la salud y el remedio! Cuidadoso siempre de la salud de los hombres concedisteis al bendito San Roque el singular privilegio de que fuese protector, abogado y tutelar, contra todo género de contagio, peste y epidemia, accediendo á la súplica que el mismo Santo os hizo cercano á la muerte, según se vida en la lámina que se halló junto á su cadáver-, y decía: "Los que fueren heridos de peste, e imploraren el favor de Roque alcanzarán salud." Yo os doy gracias por favor tamaño, y humildemente os suplico su más cabal cumplimiento, seguro de que primero faltarán los cielos y la tierra, que tu palabra. Por la que disteis al glorioso San Roque, por sus grandes merecimientos, y especial caridad con que asistió á los apestados de Acqua-pendente, Roma, Gasena, y Plasencia; atended á toda la Nación española librándonos ahora y siempre de todo contagio, epidemia y peste, no solo de las que pueda contraer el cuerpo, si también de las quedan infección a las almas; culpas, herejías, y malas doctrinas. Esto, Señor, os pedimos en esta Novena, junto con la salud de nuestros católicos Monarcas, extirpación de las herejías, exaltación de la santa fe católica, y gracia para todos que nos haga agradables á ti Dios mío, que con el eterno Padre y el Espíritu Santo vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén Jesús.
Ahora se reza cinco veces el Padre nuestro. Ave María con Gloria Patri. Acabados estosse dice por tres veces Señor pequé tened misericordia de mi. Bendito y alabado sea el santísimo Sacramento del altar, y la purísima é inmaculada concepción de la bienaventurada virgen María. Amén.

ORACIÓN á María Santísima para todos los días.

Inmaculada siempre virgen María, reina y Señora de los ángeles, amparo del género humano, consuelo de afligidos, trono de la gracia, madre de los pecadores , la más poderosa y rica, la más dulce y amable, la más sabia y llena de gracias, la más querida y regalada de la beatísima Trinidad, hija dignísima del Eterno Padre; madre del unigénito Hijo, y esposa del Espíritu Santo, y la mas excelente entre todos los celestiales espíritus: yo venero con todo el afecto de mi corazón las inefables excelencias con que os adornó y privilegió la Trinidad santísima en el instante primero de vuestra inmaculada concepción ; humildemente os suplico me alcancéis de su inmensa majestad el perdón de todos mis pecados, un perpetuo horror á ellos, un continuo ejercicio de las virtudes, con un amor firmísimo á mi Dios; y os ruego, Señora mía, que como madre protectora y patrona universal de nuestra España en el misterio, de vuestra inmaculada concepción, la libréis de todo género de contagio y epidemia con que se ve afligida, haciéndola florecer cada día con mayores aumentos en la fe, en la piedad, y en todas las virtudes: también os suplicamos alcancéis perpetua tranquilidad para la santa Iglesia; paz entre los príncipes cristianos, saludable penitencia á los pecadores y la conversión de los infieles, y en particular las gracias que os pido en esta novena , si es para mayor gloria de Dios y bien de mi alma. Amén Jesús.


SEGUNDO DÍA.
Por la señal de la santa cruz.
Señor mío Jesucristo &o.
ORACIÓN.
¡Oh Dios infinitamente sabio! Yo admiro las luces conque ilustrasteis al bendito San Roque: solo ellas podían hacerle entender en la tierna edad de doce años la necesidad de la penitencia; así es que ya entonces maceraba y castigaba su cuerpo con ásperas disciplinas, y ayunos rigurosos; cerrando de este modo en su alma las puertas al contagio de la culpa. Yo os suplico, y humildemente ruego, que por aquellas penitencias y mortificaciones con que preservo su cuerpo y alma de la peste de los vicios, preservéis la mía de todo mortal pecado, y mi cuerpo de toda epidemia, para que así me emplee en vuestro santo servicio , haciendo penitencia de mis culpas, y pidiendo por la salud de todas las almas, por las necesidades de la Iglesia, y por la preservación de peste á todos estos Reinos , á ti Señor, que vives y reinas siempre y por siempre. Amén.
Ahora cada uno pide al Santo el favor particular que desea alcanzarconcluyendo con las oraciones para todos los días.

TERCER DÍA.
Por la señal....
Señor mió Jesucristo &c.
ORACIÓN.
¡Oh Dios amabilísimo! ¡Bendito seáis para siempre! ¡Bendita y ensalzada vuestra bondad eternamente! Rico y poderoso dejasteis, por amor á los hombres, las mas imponderables riquezas, bajando á la tierra y necesitado, ¡ ó amor singular! El movió al bendito S. Roque á la heroica resolución de renunciar y vender su hacienda para los pobres, y despreciar los bienes todos de la tierra por imitar vuestra suma pobreza, y huir así de la peste que traen consigo las honras y riquezas del mundo. Yo os suplico por los méritos de vuestro Siervo, concedáis á mi corazón un verdadero desinterés cristiano, con el que sepa apartarme del pestífero contagio de vanidad y soberbia que suelen causar los bienes del siglo, y humildemente os ruego que implorando el auxilio de San Roque, como lo hago con todas las venas de mi alma, quede yo y todo este Reino exento de cualquiera peste de cuerpo y espíritu para serviros ahora, y siempre. Amén.

Ahora cada uno pide al Santo el favor particular que desea alcanzar \ concluyendo con las oraciones para todos los días.

CUARTO DÍA
Por la Señal....
Señor mío Jesucristo &c.
ORACIÓN.
¡Oh Dios compasivo! Tu Señor cargaste con todas nuestras enfermedades, dolores, y trabajos, como si fueran propios , y tú hiciste que el bendito San Roque imitase esta compasión con sus prójimos : yo admiro el amor con que servía, y celo compasivo con que asistía los apestados en el hospital de Acqua-pendente; y os suplico, Señor, por la caridad de este vuestro bendito Siervo que á todos los que nos valiéremos de su protección nos anime con espíritu compasivo hacia nuestros hermanos, asistiéndolos en sus enfermedades y aflicciones, y procurándoles todo alivio. Que nos veamos libres de toda peste y epidemia, dándonos gracia para serviros y amaros en esta vida, y gozaros en la gloria por los siglos de los siglos. Amén. Ahora cada uno pide al Santo el favor particular que desea alcanzarconcluyendo con las oraciones para todos los días.

QUINTO DÍA.
Por la Señal...
Señor mío Jesucristo &c.
ORACIÓN.
¡Oh Dios incomprensible!. Que impenetrables son tus juicios! Tu Señor castigas al que amas; y con el regalo de las tribulaciones y trabajos hermoseas á tus hijos, como el oro por medio del fuego. Así al bendito San Roque hiciste blanco de tu amor, probándole con enfermedades y calenturas malignas, hasta permitir que con una saeta fuese traspasado uno de sus muslos. ¿Más que hermoso no se dejó ver revestido de una paciencia invencible en medio de sus intensos dolores y aflicciones? Con ella refaccionaba sobre lo mismo que padecía; y hallándose humillado por la mano de su Dios, huía la vanidad y estimación propia en que podía caer al verse aplaudido de los hombres. Yo os suplico Dios y Señor mio, que por los actos de virtud que ejecutaba San Roque entre sus penas y trabajos, me concedas, y á todo este Reino, que seamos preservados de la rigurosa saeta de la peste: de toda vanidad y amor propio, haciéndonos llevar con paciencia y resignación los trabajos que os dignéis enviarnos como amoroso Padre, hasta que os veamos en la gloria. Amén.
Ahora cada uno pide al Santo el favor particular que desea alcanzarconcluyendo con las oraciones para todos los días.

SEXTO DÍA.
Por la señal...
Señor mío Jesucristo &c. 

¡Oh Dios misericordioso! Muchas son las pruebas que has dado al hombre para que en solo Vos ponga toda su confianza. Tu bondad infinita, la fidelidad con que cumples tus promesas, tu omnipotencia gritan á que la criatura espere en solo Dios si no quiere ser confundida. Penetrado de estos sentimientos el glorioso San Roque, no imploraba otro auxilio que el tuyo; y su esperanza no quedó defraudada, cuando enfermo y solo en un desierto, Vos cuidasteis de que un perro le llevase todos los días un pan, que tomaba de la mesa de su amo; y que la medicinal lengua de este animalito mundificase la llaga del Santo. Yo os suplico por aquel desamparo en que se vio San Roque, y confianza santa con que supo llevarle, concedas á cuantos esta novena hiciesen, la verdadera medicina de tu divina palabra, alimento necesario á nuestras almas para que aprovechándonos de ella, el espíritu quede sin heridas, y el cuerpo libre de todo contagio por la intercesión poderosa del Santo, que goza, y gozará eternamente de tu presencia. Amén.

Ahora cada uno pide al Santo el favor particular que desea alcanzarconcluyendo con las oraciones para todos los días.

SÉPTIMO DÍA.
Por la señal...
Señor mío Jesucristo &c.
ORACIÓN.
¡Oh Dios y Redentor mío! Yo me confundo á vista de mi inestabilidad, y vuestra constancia. Tu ánimo siempre igual y firme en medio de los mayores ultrajes, y afrentas: el mío, caña débil, que se mueve y dobla al viento ligero. Tu venciendo con espíritu constante á tus enemigos cuando te prendieron, y trataron como á ladrón é inicuo. Yo vencido siempre de mis contrarios aunque débiles y flacos. Te suplico, y encarecidamente ruego, adornes mi alma con la preciosa virtud de la constancia: así como dispusiste darnos en San Roque un ejemplar perfecto de ella, cuando volviendo á Monpeller su patria, sin embargo de ser preso por sus mismos vasallos, puesto en la cárcel, y tratado como espía y traidor, se dejó ver tranquilo y sereno, muy superior á todas estas afrentas. Por los méritos de vuestro siervo San Roque, y lo agradable que nos es su memoria, concedednos vuestra divina gracia, para que fortaleciendo con ella nuestro espíritu, triunfemos de todos los enemigos, y libres de cualquier contagio en el alma y cuerpo, nos dispongamos para ver al Santo en la gloria, y gozar de vuestra majestad suprema, que con el eterno Padre y el Espíritu Santo, vives y reinas. Amén.

Ahora cada uno pide al Santo el favor particular que desea alcanzar; " leyendo con las oraciones para todos los días.

OCTAVO DÍA.
Por la señal...
Señor mío Jesucristo &c.
ORACIÓN.
Oh benignísimo Jesús y Señor mío !Para librar a los hombres de la muerte elegisteis morir por el hombre que siendo así, que tenias escogido al bendito San Roque para abogado, protector y tutelar contra las pestes y contagios, quisisteis que fuese herido y muriese de ella: yo os suplico, que pues en esto mismo os imitó el Santo, me concedáis, y á cuantos implorasen el auxilio de San Roque, que seamos libres en cuerpo y alma del azote de toda peste, y que no haya acción, palabra ni pensamiento en toda nuestra vida, que no sea una imitación completa de la vuestra, para que por tu divina misericordia, é intercesión poderosa del Santo; vayamos á veros y gozaros por los siglos de los siglos. Amén.
Ahora cada uno pide al Santo el favor particular que desea alcanzarconcluyendo con las oraciones para todos los días.

NONO DÍA.
Por la señal..
Señor mío Jesucristo &e.
¡Oh Gloriosísimo Dios y Señor de los altares! Jamás dejaste sin honor, y gloria al que lo merecía: Así es, que después de las humillaciones, y abatimientos de tu Hijo, mi Señor y Redentor, verdaderos méritos en tu presencia no pudiste menos que disponer, se manifestase su gloria haciendo, que resucitasen los muertos, se confundiesen sus enemigos, y lo publicasen, sus Apóstoles. Así también dispusiste , Señor de mi alma, que después de muerto S. Roque, pobre, mortificado, humillado y abatido; recibiese los mayores honores, y cultos más solemnes; haciendo glorioso su sepulcro, por la multitud de milagros, y célebre su nombre en muchas provincias, escogiéndole á porfía por especial protector contra la peste. Yo os suplico, que por los méritos de este glorioso Santo y por lo que quisisteis honrarle., concedáis á todos el favor de que nos veamos libres de todo contagio: exaltada nuestra Religión santa, extirpadas todas las herejías, puras y sin mancha nuestras almas; para que de este modo serviros ahora, gozaros después de nuestra muerte. Amén.
Ahora cada uno pide al Santo el favor particular que desea alcanzar , concluyendo con las oraciones para todos los días.. Ora pro nobis, beate Roche.  Ut á pestesive morbo epidemia liberemur.
OREMUS.
Omnipotens Sempiterne Deus, qui meriiis et precibus beatissimi Rochi Confessoris tui quamdam pestem hominum generalem gratiose revocastiprasta supplicibus tuisut qui pro simili peste revocando, ad tuam confugiunt fiduciam ipsius gloriosi Confessoris precamine, ab ipsa infirmitate et ab omni perturbatione liberentur. Per Dominum &c. fy. Amén.


1 comentario:

  1. San Roque ruega y pide la bendición a Dios Padre de librarnos en estos momentos de tribulacion y prueba q vive el mundo entero con esta pandemia del corona virus, ruega perdón y misericordia para el mundo entero, te lo ruego San Roque

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